La memoria procedimental y el aprendizaje de idiomas

Existen cinco gran tipos de memoria que implican cada uno redes neuronales diferentes pero interconectadas: la memoria de trabajo (memoria a corto plazo en el centro de la red), la memoria semántica y episódica (dos sistemas de representación consciente a largo plazo), la memoria perceptiva (relacionada con los sentidos) y la memoria procedimental (que permite los automatismos inconscientes).

La memoria procedimental y el aprendizaje de los idiomas

La memoria procedimental gestiona los automatismos (procedimientos, habilidades o destrezas motoras o cognitivas) y se diferencia de la memoria discursiva porque no se almacena mediante palabras. Sin embargo, es necesaria para hablar ya que nos permite hacerlo sin tener que pensar en cada palabra. La memoria procedimental es la memoria a largo plazo que permite adquirir habilidades motoras automáticas interiorizándolas. Por eso decimos que montar en bicicleta no se olvida: no tienes que pensar en cómo hacerlo aunque lleves años sin montar, tal habilidad se arraiga y se hace de forma automática.

Las informaciones almacenadas en nuestra memoria procedimental a largo plazo se arraigan de tal forma que nos es casi imposible desaprenderlas. Por eso nos resulta más difícil corregir algunos errores que aprender algo nuevo.

El desarrollo de la memoria procedimental se presenta en mayor medida en la infancia por eso se aconseja aprender idiomas en tempranas edades. Y se modifica continuamente por las experiencias y prácticas diarias. Sin embargo, eso no significa que este tipo de memoria solo se active durante la niñez sino que se activa a través del desarrollo de nuevas habilidades. De hecho, es positivo estimular este tipo de aprendizaje en todas las etapas para descubrir todas las posibilidades que ofrece la vida. Por eso conforme nos hacemos mayores nos es más difícil aprender algo nuevo.

Mais impossible n’est pas français 😉

A pesar de ser inconsciente y permitirnos llevar a cabo actividades cotidianas sin a penas darnos cuenta (caminar, conducir, comer…), la memoria procedimental se puede perfeccionar al igual que todos los otros tipos de memoria.

La repetición: A la hora de aprender un nuevo idioma se desarrolla PRAC-TI-CAN-DO y repitiendo una y otra vez hasta fijar el conocimiento de forma inconsciente, a través de juegos, dinámicas de grupo y rol-play para que sea más divertido y motivador.

La precisión: Cuando hablamos otro idioma prestamos mucha atención en la pronunciación y a veces se alteran el ritmo, la prosodia y la fluidez. Conforme vamos practicando podemos ser más exigentes con nuestra pronunciación e ir así perfeccionando nuestra práctica del idioma.

La asociación: Para fijar de forma más eficaz y duradera los procedimientos lingüísticos, podemos combinarlos con otras vías neuronales explícitas y así multiplicar los rutas de acceso a la información. Por ejemplo, el uso de trucos mnemotécnicos o frases aprendidas de memoria.

 

Pero no olvidéis que más que conocimientos sobre los procedimientos de aprendizaje, para aprender de forma eficaz y duradera, la motivación, la comprensión y la consolidación son imprescindibles! Si no tenemos motivación no podemos aprender de forma eficaz, si no entendemos lo que aprendemos no podemos fijar la información, y para qué aprender si no vamos a recordarlo?